El pasado sábado 30 de agosto murió una brillante artista y una gran mujer, Mildred Burton. Hoy, cedo la palabra...
Diario Ámbito Financiero
La diversidad creativa, el legado de Mildred Burton
Por: Jorge Glusberg
Obra de «Holocaustos vistos desde el cielo», emblemática serie de Mildred Burton (fallecida el sábado pasado), una artista cuya originalidad consistió en tejer las combinaciones más insólitas a partir de un examen crítico.
Resulta difícil hacerse a la idea de una ausencia definitiva cuando se trata de una artista creativa y una mujer vital como lo fue Mildred Burton, fallecida el sábado pasado. A lo largo de tres décadas, compartimos muchos momentos con ella en exposiciones, Jornadas, charlas sobre arte en el CAYC o tomando café en el Florida Garden. Seguimos de cerca su trayectoria y también conocimos sus valores como persona.
En algunos de los últimos concursos en los que participó, recibió distinciones en los Premios Banco Ciudad (2001), por su propuesta del Chango con diversos elementos acumulados; en los Premios Aerolíneas (2003), con «Pucaracito vs. Drake», de su serie « Holocaustos vistos desde el cielo».
Nacida en Paraná (Entre Ríos), en 1942, Burton realizó su primera exposición en 1972. Siete años más tarde, en 1979, su obra se vio en el Museo de Arte Moderno, junto a la de otros artistas como Jorge Alvaro, Diana Dowek, Alberto Heredia y Norberto Gómez, dentro de la corriente definida como «La Postfiguración», que sucedía al Conceptualismo de los 70.
Su originalidad consistió en tejer las combinaciones más insólitas y a la vez poéticas, pero a partir de un examen crítico y no de un mero juego de azar.
Admiradora de Max Ernst y de René Magritte, eludió, como ambos, el «automatismo psíquico» favorecido por la escuela surrealista de París, para impugnar lo establecido desde (y con) lo imaginario. Burton desplegó un oficio minucioso y un corrosivo humor negro, entendido éste no en su vulgarizada acepción de inclemencia fácil o de chiste tétrico sino en su carácter verdadero de « enemigo mortal por excelencia del sentimentalismo desbordado y de la fantasía de corto plazo», según la tesis de André Breton, su máximo estudioso, teórico y difusor.
Trazó un inventario de su asalto a (y sobresalto por) la falsa moralidad, la represión del deseo, los pudores mentidos, la sujeción social, el encantamiento de la niñez, el individualismo egoísta y los proyectos fáusticos de una modernización avasalladora. Su estilo osciló entre un realismo fotográfico de certera minucia y una imaginería artificial, típica de las antiguas muñecas de porcelana, de las tarjetas postales de comienzos de siglo y de los afiches y carteles publicitarios de esa misma época.
«La intensidad se equilibra con la ironía, los personajes burgueses se vuelven fantásticos, los inocentes adquieren caracteres sombriamente conflictivos», escribió el reconocido crítico Samuel Paz, segundo de Jorge Romero Brest y luego curador del Bellas Artes en los 80.
Una serie paradigmática, «Motocicletas y autos», fue constituida por sus pinturas de automóviles y motocicletas, que la artista representaba con caracteres antropomórficos (intestinos, bocas, lenguas, dientes, brazos). Satirizaba así a la uniformidad social tanto como al auge creciente del uso de estos vehículos, que parecía llegar a la simbiosis entre hombre y máquina. Pero, a la vez, aludía a motos y autos en su capacidad de símbolos sociológicos de una clase social.
Merecen recordarse sus proyectos fáusticos. El Fausto goetheano crea de la nada, en un país rico, ordenado y modelo, donde la vida humana no cuenta.
En la mayoría de sus trabajos manifestó una constante oposición entre su imaginación y el sentido común. Oposición fundamental en Proyectos y Proyectoides, dos series complementarias. En los primeros, su imaginación la llevó a la elaboración del Puente elevador para turistas, desde el mar catalán hasta las colinas del Mont Juic, donde el gran arquitecto Josep Lluis Sert, diseñara la sede de la Fundación Miró; Arata Isozaki, un estadio cubierto rodeado por las esculturas de su mujer, Aiko; y una escuela diseñada por Ricardo Bofill. El puente se mantiene con resinas humanas, animales y vegetales. Posee cámaras compactadoras, piletas, lugares de esparcimiento y usinas que transforman los restos orgánicos de los «turistas gordos» en alimentos para los peces del mar.
Proyectó también Ciudácula Futboloide, una ciudad imaginaria a levantarse en la Isla Martín García para el desarrollo de eventos especiales: posee 300 habitantes estables (la hinchada) y 30 jugadores en línea. Se alquilarían disfraces, fieras y armas. Incluía una Central Mafia y una Central Doping, además de viviendas especiales para cada profesión. Una vez por mes se ejecutaría allí, en una gran fiesta, a un árbitro de fútbol, un director técnico o un presidente de club.
Participarían bandas de música y se llevaría al público con barcos y helicópteros. Su Proyecto Puente transportador de rinocerontes viejos y gastados de Cabo Blanco o Miami, era un tubo denominado por la artista «grasoducto», y conducía petróleo y sustancias orgánicas vivas. La música alternaba sonidos de la selva y new wave. Se transportaban diamantes en bruto en zorras, aparatos de TV, ropas, adornos y una custodia de soldados electrónicos moviéndose en camiones especiales. El Proyecto Ciudad Turística Palmar-Colón, contenía flora, fauna, puentes y tribunas. Una computadora central, digitaba la ciudad y los paseos con carros y caballos. Había además museos, piletas, y se llegaba a la ciudad por medio de naves espaciales. Con Proyectos y Proyectoides, evocó temas urbanosy ecológicos, y propuso una aventura proyectual que podría denominarse «arquitectura fantástica post-figurativa».
Burton desarrolló su imaginería por medio de una gráfica precisa, en imágenes tales como una piscina policroma, en el medio del mar, rodeada de peces, objetos, altoparlantes y una portezuela que daba al mar. La compleja trama que tejen los aparatos electrónicos, señales viales y robots, junto a gigantescas zanahorias, ojos, orejas, cactus, reptiles, constituyen el denominador común de sus trabajos,que desarrollan una zoología-particular integrada irónicamente a las construcciones y a un antropomorfismo lúdico. A pesar de la aparente diversidad de elementos y colores, Burton logró la esencia íntima de una figuración singular. Presentó proyectos para la arquitectura de una ciudad: una conjunción inesperada de elementos disímiles, estructuras, que no por heteróclitas son menos armónicas: un mundo fantasmal en el que los elementos se contextualizan y se integran al siglo actual.
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El Diario de Paraná (01 de Septiembre de 2008)
Cultura: DECESO . Falleció en Buenos Aires la pintora Mildred Burton
El adiós a una notable artista entrerriana
LEGADO. Mildred Burton dejó una importante obra pictórica y plástica que da cuenta de su singular talento y creatividad.
De destacada trayectoria nacional e internacional, la plástica paranaense legó una vasta obra caracterizada por la originalidad y la audacia, que combina la figuración realista con elementos fantásticos.
La artista plástica Mildred Burton falleció el sábado en su casa de la ciudad de Buenos Aires, víctima de una penosa enfermedad contra la que luchó durante el último año. Nacida en Paraná en el seno de una familia de origen irlandés, Burton fue pintora, grabadora, dibujante y música. A fines de los 70, integró el grupo de posfiguración, con Diana Dowek, Alberto Heredia y Elba Soiberman. Su figuración realista se combina siempre con elementos ficticios y fantásticos, a los que agrega una mirada crítica sobre la realidad social y política. Realizó además objetos e instalaciones, siempre caracterizados por el encuentro de elementos dispares. Fue premiada en el país y en el exterior. Su último trabajo fue la sala de prensa de Expotrastiendas en 2007.
RECONOCIMIENTOS. La trayectoria artística de Burton fue ampliamente reconocida por la crítica nacional e internacional, a través de numerosas exposiciones, premios y distinciones.
La pintora entrerriana ejerció una notable influencia en los ámbitos pictóricos y plásticos del país y marcó una clara tendencia con su particular estilo.
Nació en nuestra ciudad en 1942 y aquí recibió sus primeras formaciones artísticas.
Luego se trasladó a Buenos Aires y se especializó en la Escuela Superior de Bellas Artes Ernesto de la Cárcova.
A lo largo de su trayectoria artística, Mildred Burton incursionó en varios géneros de producción plástica. Realizó pinturas, dibujos y objetos.
En 1979, integró el grupo postfiguración, junto con Diana Dowek, Norberto Gómez, Alberto Heredia, Jorge Alonso y Elsa Soibelman.
En todas sus producciones manifestó una gran capacidad inventiva y perfección en el oficio, y a su vez, una actitud crítica hacia la realidad.
Con su vasta obra, cuestionó las reglas y pautas sociales establecidas, lo cual la condujo a reflexionar sobre la niñez, las represiones de los sentimientos y la falsa moral.
Toda su obra está atravesada por un encuentro de elementos dispares, previamente analizado siempre con relación a lo social y humano. Construyó escenas ficticias y fantásticas, con las que lo real, que siempre fue la primera referencia, sufre desviaciones.
PREMIOS. Entre las distinciones recibidas por Burton figuran: Gran Premio de Honor, VII Salón Nacional de Buenos Aires (1972); Gran Premio Marcelo de Ridder (1974); Premio a la Artista del año, Asociación Argentina de Críticos de Arte (Buenos Aires, 1982); Gran Premio de Honor Prilidiano Pueyrredón, Municipalidad de San Isidro (Buenos Aires, 1984); Primer Premio, Premio Günther, MNBA (Buenos Aires, 1997); Premio Los Maestros, Fundación Amalia Lacroze de Fortabat, Primera Mención, Bienal Costantini, MNBA (Buenos Aires, 1998); Primer Premio, Universidad de Palermo (Buenos Aires, 1999); Proyecto y proyectoide, MNBA (Buenos Aires, 2001); y Diploma al Mérito, Premio Konex (2002).
Realizó exposiciones individuales y colectivas en distintos museos y centro culturales de Buenos Aires, Paraná, Corrientes, Junín, Misiones, Santiago del Estero, Rosario, Santa Fe, Mar del Plata, Luján, Córdoba (Argentina); Punta del Este, Maldonado, Montevideo (Uruguay); Caracas; San Pablo, Río de Janeiro; Cleveland, Ohio, Boston, San Francisco, Washington, Austin (Texas), Nueva York (EE.UU.); México DF; Toronto (Canadá); Barcelona, Valencia, Madrid (España) y París, entre otras.
Realizó ilustraciones para numerosos libros y otras colaboraciones. Se desempeñó como profesora en los talleres de la Escuela Superior de Bellas Artes Ernesto de la Cárcova, y dictó clases de arte en un taller particular del barrio La Boca.
Absoluta libertad
“Las obras de Mildred Burton surgen del encuentro fortuito de seres y elementos dispares de la vida ordinaria. Sin embargo, esa imprevisibilidad es gobernada por la artista quien rompe así la coherencia de las imágenes que forman —o representan— el mundo objetivo de la razón instituida, para desenmascararlo en andas de las más absoluta libertad creadora y del más impiadoso análisis humano y social”. (Crítica de Jorge Glusberg, publicada en el diario Ambito Financiero, de Buenos Aires).